El Barça no defendió con la posesión de balón como dictan sus cánones y cedió el protagonismo a un Sevilla pasivo en determinados momentos del encuentro y maniatado por la excelente labor defensiva de Milito, Puyol, Márquez y Abidal. Los azulgranas esperaron su momento para salir a la contra, aprovechando la velocidad del francés Henry y la calidad de Iniesta.
En los primeros 45 minutos se pudo vislumbrar el respeto que se tenían los dos conjuntos, de aquí la falta de ocasiones de gol. Las más claras, una de Chevanton y una de Iniesta en los primeros minutos de partido.
Concentración y orden defensivo
A pesar de los cambios, el partido continuó por los mismos derroteros. Rijkaard dio aire a sus hombres de ataque pero no modificó la línea de zagueros para mantener el orden defensivo. Lo más destacado la reaparición de Deco, al que no se le notó su mes de baja ya que se empleó a fondo en labores defensivas.
El Sevilla sólo pudo apretar en los últimos diez minutos, en los cuales encerro al Barça en las inmediaciones de su área. De hecho dio un monumental susto cuando el nervionenense Navas marcó un gol que fue anulado correctamente por Pérez Burrul por posición ilegal de Kerzhakov que si que intervino en la jugada. Con el pitido final, los andaluces fueron borrados de la Copa y el Barça respiró tranquilo.
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